Tercera Lamada: Tierras de Pillastres @saldanajorge

Publicado el agosto 25, 2014, Bajo Opinión, Autor LluviadeCafe.

SALDAnA

Por Jorge Saldaña

Según lo que leí ayer, a un par de zoquetes en la Ciudad de México les bastó disfrazarse y disfrazar una camioneta de valores con logotipos de la empresa para en menos de 30 minutos hacerse malamente de casi 10 millones de pesos. Woooow!!! ¿en serio es tan fácil? – me pregunté-.

Pues sí y ahí está la prueba, y la verdad es que creo que no se necesitó ni siquiera de una buena dosis de imaginación para cometer semejante robo (desvergüenza y cinismo no digo, pero así como una mente genial tampoco).

El asunto también me hizo recordar el fraude cometido hace algunos años por un grupo de vivales que arreglaron el sorteo del Melate y se llevaron el premio gordo. El modus operandi también fue muy simple: grabaron el sorteo, compraron los boletos y luego pasaron la grabación como si fuera en vivo.
No fue de lo único que me acordé.

Ambos casos tienen un común denominador que se llama la simulación. Los primeros simularon ser empleados de traslados de valores y los segundos simularon el sorteo. Ambos grupos de truhanes resultaron, aunque de forma temporal, millonarios.

Pillastres sí…pero millonarios.

Para bochorno de mis abultados cachetes, en esta bendita tierra de Dios, en esta “siempre aurífera, muy leal y muy noble ciudad de los Jardines” (Leonel Serrato Dixit) también se cuecen habas, y lo peor no es Culto Público que los botines sean aún mayores ni que tengan un nivel de escándalo en ceros, pues aquí las simulaciones abundan y producen para los bandidos esféricas sumas de dinero que les asegura respeto, distinción, poder, reconocimiento y hasta admiración.

¿No me cree? Le comparto tres casos:

Los tres ejemplos que le platicaré son recientes, ninguno hasta la fecha está resuelto y los tres comparten por supuesto un matiz local, es decir, como ocurre desde épocas pre-porfirianas en San Luis, tienen que ver con el despojo de vastas extensiones de terreno que luego son repartidos entre las más importantes familias y los más exquisitos y rimbombantes apellidos.

El primer caso (y que tengo documentado) pesa sobre la familia Abud, cuna del actual Secretario de Turismo Enrique Abud y toda una parentela de constructores que son “respetadísimos” por la comunidad potosina, especialmente los de origen libanés.

Los Abud, como los pillastres del par de ejemplos iniciales, solo tuvieron que simular una muerte, una herencia y una escritura para despojar de parte de su patrimonio a una familia potosina de un terreno ubicado en el periférico sur con más de 23 mil metros cuadrados y valuado en más de 80 millones de pesos.

Un buen día los respetadísimos tuvieron a bien pagarle a un joven y necesitado jornalero (como consta en su confesión) así como a un más necesitado notario, para que simularan una sucesión testamentaria…de un hombre que por cierto, esta vivo.

Queda claro Culto Público que, como en la mayoría de los delitos que se cometen en San Luis, tuvo que ser la familia afectada la que emprendió las investigaciones, y que fueron ellos los que encontraron que el supuesto fallecido que heredó a su hijo el terreno se encuentra vivo, que nunca fue propietario del bien y que tanto el juicio de sucesión testamentaria como una posterior compra venta son a todas luces ilegales, sin embargo a las autoridades y la gandalla familia poco les importa.

A la gandalla familia la simulación de la transacción les costó muy poco (quizás hasta menos de lo que gastaron los raterillos del banco en uniformes y logotipos para la camioneta) y esperanzados en la pazguata y aletargada impartición de justicia, hoy pueden gozar de 60 millones de pesos que una institución financiera les prestó con garantía de una propiedad que no es suya. Fácil, otra vez, muy fácil el ser millonario. ¿Escándalo, persecución? no, nunca…

El segundo caso es el del terreno conocido como Club Halcones, ubicado en el poniente de la capital y que en unos meses se convirtió de un terreno propiedad de una sociedad anciana, a una de las joyas de la corona de los negocios inmobiliarios en la capital.

Con 21 hectáreas (4 todavía en litigio con los Abud por cierto) el Club Halcones fue prácticamente despojado a sus veteranos dueños a cambio de la promesa de un nuevo terreno y nuevas instalaciones…el asunto es que hasta la fecha los dueños originales (y que tuvieron la suerte de no morir y tener sus pagos de mantenimiento al día) no han recibido nada, ni permuta, ni terreno, ni dinero (prohibido además en sus estatutos), ni instalaciones nuevas.

El proceso de “venta” se llevó a cabo prácticamente a obscuras, solo una docena de interesados pudieron acudir a la asamblea en la que mañosamente se dejó fuera a la mayoría de socios a través de requisitos quisquillosos, otros ni siquiera tuvieron la oportunidad de enterarse de las bases de la convocatoria porque la viciaron con errores procesales y “fe de erratas” , por otro lado las tres propuestas económicas u ofertas recibidas por el terreno fueron “secretas” y solo un trío de personajes tuvo acceso a la información.

Los socios además fueron engañados cuando se “eligió” a la propuesta ganadora ya que anunciaron que el terreno sería usado como reserva patrimonial pero ¡¡oh sorpresa!! en esta semana ya el cabildo autorizó el cambio de uso de suelo para que sea habitacional y pronto se pueda fraccionar.

En resumen, dos familias poderosas de San Luis compraron “con saliva” cada metro cuadrado del Club (los socios no han visto ni verán beneficios) y muy pronto lo podrán vender a un precio moderado de mercado de por lo menos 3 mil 500 pesos. Son 18 hectáreas. Haga usted las matemáticas.

Otra vez la simulación en la compra venta, otra vez el engaño que hace aún más ricos a unos pocos.

El último caso es el de los terrenos de la familia Shekaiban y que fueron hace unos días supuestamente despojados por los representantes legales de la Industrial Minera México, este caso también tiene muchos ingredientes y protagonistas conocidos, es un asunto de más de 100 millones de pesos y la simulación también se ha hecho presente. Lamentablemente por hoy ya me quedé sin espacio.

Se la debo para la siguiente entrega.

Dato cultural:

.-Pillastre: Chico astuto, que sabe cómo engañar a los demás y siempre trata de buscar su propio provecho.

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