LOS PROCESOS POLÍTICOS DE IZQUIERDA Y PROGRESISTAS EN NUESTRA AMERICA, SI ES POSIBLE.

Publicado el septiembre 29, 2015, Bajo Opinión, Autor Nonoy.


Resistencia y triunfo curando de inmediato grandes heridas políticas.

“Para todos los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”.

Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena Sociólogo, Politólogo La ofensiva del capital corporativo global es contundente, con nuevos procesos de acumulación, las burguesías enriquecidas y las elites político-financieras, con el decenio del crecimiento macro-económico están a la ofensiva, sobre todo en coyunturas como la actual donde este modelo ingresa a una etapa de parálisis interno, producto, que el principal comprador de las materias primas, China, ingresó en una fase muy crítica – devaluación del yuan, caída espectacular de la bolsa e inestabilidad financiera global – sumado a ello su “reorientación” interna de sus problemas estructurales – básicamente culturales – con las minorías nacionales – medio-ambiental – miles de conflictos sociales sobre contaminación y exigencias reivindicativas del campesinado – aún el sector mayoritario de su población. El modelo extractivo tradicional exportador de materias primas “hace agua” en todo el continente, situación que genera graves problemas en la ciudadanía – población económicamente ocupada – con el aumento de la desocupación y los problemas propios e internos que origina en las tierras de las comunidades históricas y pueblos originarios – la intervención prepotente abusiva, vertical de las corporaciones – la gran inversión irresponsable – la devastación de miles de hectáreas – deforestación de parques amazónicos – así como la compra, alquiler o hipoteca de millones de hectáreas para la producción del etanol – producción de sorgo, maíz amarillo, caña de azúcar, soja, etc.

Pero es necesario e importante también manifestar que los gobiernos e izquierda progresistas, democráticos, en Nuestra América vienen atravesando serios problemas estructurales internos: corrupción generalizada, crisis Política (partidos Políticos, “clase política, representación, pérdida absoluta de confianza, crisis económica producto del agotamiento del modelo extractivo tradicional exportador de materias primas, fuerte y peligrosa inseguridad ciudadana, etc. – Por ejemplo la corrupción está devorando de distintas formas y prácticas las instituciones, ha secuestrado a “distinguidos dirigentes” de los partidos en el gobierno; situación real que se concatena en forma destructiva con la crisis política de los partidos (atrapados por la corrupción) y la propia clase política (devota de la corrupción personal); en el mismo escenario local-nacional, en segundo lugar, no se ha tenido la suficiente visión política y responsabilidad institucional, con respecto a los millones de ciudadanos(as) que salieron de la pobreza extrema, y la presente “clase media”, sectores sociales “nuevos” y “diferentes” en escenarios que deberían ofrecerles otras condiciones con respecto a sus derechos sociales: educación de calidad, mejores condiciones de atención y servicios de salud, mejorar el transporte, nuevos espacios de cultura, deporte y mejor protección del medio ambiente. No sé trabajo en este nuevo contexto social – cada vez – más ascendente y heterogéneo; trabajo político que debieron asumir los partidos políticos – pero en realidad en la coyuntura nacional, continental global que viven, en condiciones de emergencia, en cuidados intensivos en una sala de sobrevivencia, muchos de ellos enfermos de cáncer y sin solución -. La vía de los partidos fracasó, y de dejó un amplio y gigante escenario de los nuevos sectores sociales a la oposición, que sí tiene recursos y los utiliza mientras le sean útiles, la manipulación más cobarde y monstruosa contra los gobiernos izquierdistas y democráticos.

Hoy estos amplios sectores sociales – de millones en América Latina – son manipulados y movilizados frontalmente contra el gobierno. Y lo más terrible, es que el gobierno, sus partidos políticos y su propia “clase política” perdió totalmente la Confianza de la Ciudadanía, (perder la confianza del pueblo, es destruir la organización, la propuesta, la participación, la comunicación y “trabajar” en un negro escenario de desconfianza generalizada); la corrupción con prácticas visibles e invisibles es el veneno destructivo no solo de la política – como estructura – sino de la estructura de la sociedad en general. En esa perspectiva los Gobiernos de izquierda democrática – donde hay pocas excepciones sobre la corrupción – y en general en todo el ciclo político anti-neoliberal, su gran tarea política y responsabilidad social es trabajar desde la sociedad civil – el Poder Local Popular – muy fuerte y poderoso hoy – esta es la “residencia” permanente de los Movimientos Sociales -, profundizar la movilización social, reorientar la participación ciudadana – forjando la unidad y cohesión desde las propias raíces sociales, donde los “nuevos” líderes comunitarios asumen el protagonismo social y popular – por ahí no entra la corrupción – como portadores de las necesidades y derechos de los pueblos. Plataforma de lucha Popular que debe ser concatenada – oxigenación política muy necesaria en coyunturas de asfixia – confrontación radical– con la anti-política – en forma diaria y permanente con la Agenda Nacional el Gobierno – (cuidado con la asfixia y ahogamiento del gobierno, ante un ataque frontal de los poderes facticos globales y las mafias locales anti-sistema) con la finalidad de mantener la frescura y actualización del trabajo político de la izquierda democrática en el gobierno.

En cambio la derecha político-financiera – elite financiera única favorecida por el modelo del crecimiento macro-económico, representa el 1% de la población, pero en cambio acumula más de 65% de la riqueza – y el conjunto de sus aliados de coyuntura – unidos ahora hasta con los enemigos de sus enemigos de clase – en principio no tienen problemas de “unidad”, porque ellos se unen por dinero, por finanzas, por los intereses mafiosos que les imponen los poderes facticos mundiales o desde las corporaciones transnacionales y los propios intereses de los nuevos procesos acumulativos mundiales del capital corporativo global. Estos sectores conservadores anti-nacionales en su desesperación por recuperar el Poder – que se les va de las manos – no importa el método que utilicen, no importa con quien se unan, lo que importa es recuperar el Poder – en momentos alucinantes de su oposición llegan al extremo de proponer formas “golpistas militaristas”; para ello se sienten fuertes, “nuevos”, poderosos, porque nos han arrebatado algo que nos pertenece al pueblo, a la izquierda – las calles, la plaza pública, nuestro hogar histórico, allí nacimos, crecimos y allí debemos seguir viviendo -, como nos arrebataron , como nos expropiaron – nuestra apatía y supuesta confianza nos llevó a olvidar nuestro “hogar político” – y ahora una de las grandes responsabilidades sociales y compromisos políticos con el futuro de Nuestra América, es implementar una lucha implacable contra la corrupción – caiga quien caiga, hay que limpiar la política desde sus raíces -, ampliar los ámbitos y contextos de la participación ciudadana, con la finalidad que el pueblo organizado y movilizado, la participación ciudadana, sea el gran poder de decisión de las políticas públicas ( también significa la lucha contra la cultura del secreto) es decir, estamos construyendo socialmente un nuevo escenario local-nacional favorable al proceso democrático progresista.

Que la derecha proteste, se “organice”, se movilice, tiene todo el derecho – en democracia, aunque electoral, mediática y novelesca – – pero que lo haga en sus propios y lujosos locales políticos, con lujosas alfombras y cortinas, ese es su verdadero local donde ellos nacieron. La derecha por lo general NO tiene Programa Político, simplemente se moviliza y actúa en base a consignas, a frases aisladas – y con sentido de poder y tempestad momentánea -, al final ese es el escenario donde trabaja y desde donde debe recuperar el poder que se les va de las manos y para ello cuentan con aliados – vario pintos – de varios colores y sabores. En cambio para frenar en democracia este proceso de radicalización y enfrentamiento entre la política enferma y en “cuidados intensivos” con al anti-política, es deber y responsabilidad de los movimientos políticos de cara y unidad con los movimientos sociales – el pilar y columna vertebral del nuevo proceso político progresista y democrático – fortalecer las bases centrales de la unidad social y la cohesión política, renovar en forma permanente – revisar el Programa de Gobierno, actualizado con los grandes cambios que vamos promoviendo, en correspondencia a los cambios en el escenario global.

Para muchos gobiernos nacionalistas de izquierda progresista es urgente – tarea y responsabilidad política – recomponer la “unidad” con las comunidades históricas y los pueblos originarios – nuestras reivindicaciones y derechos son los mismos o parecidos – que sus derechos históricos, en la presente coyuntura de grandes definiciones políticas no podemos darnos el lujo de ver a nuestros hermanos en la “orilla contraria – por la otra acera política reaccionaria, juntos debemos caminar por la misma acera del lado izquierdo, camino al Socialismo, la gran avenida política del siglo XXI. Hoy los utilizan, manipulan, los tratan con “alegría y respeto” mientras consigan su gran objetivo político el Poder. Posteriormente, la situación cambia en segundos, porque si continúa reclamando sus derechos en las calles – derechos que son absolutamente opuestos a los de la gran burguesía golpista – entonces como lógica respuesta del poder, viene la represión y la criminalización con todo el peso político y el odio de clase desde el Poder. Finalmente nuestra mirada se centra en lo medular del proceso político anti-neoliberal, que cada proceso político hoy en América, es único, propio, autónomo, democrático, independiente y concatenado a un Gran Proyecto Nacional – pero todos tienen el mismo gran objetivo político de clase, romper definitivamente las ataduras neocoloniales del poder neoliberal – porque la revolución no es copia y menos calco, es creación heroica de los pueblos – si es posible, en el proceso de reconstrucción de Nuestra América la Patria Grande.
Otro mundo Socialista, Democrático y de profundo respeto a nuestra Madre Tierra, Si es posible.

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