El brujo mayor y sus lentos aprendices locales por @luismedinalizal

Publicado el octubre 6, 2014, Bajo Opinión, Autor MonaLisa.

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Por: J. LUIS MEDINA LIZALDE / http://www.imagenzac.com.mx/ 5 Oct 2014 21:27:30

* Osorio Chong, como secretario de Gobernación, es de los que ven llover y si se hincan.

Informado como nadie de lo seco que está la pradera y de que el asesinato de 21 jóvenes desarmados y rendidos perpetrada por elementos del ejército mexicano le ocasiona un desprestigio brutal al régimen, no quiso que la conmemoración del 2 de octubre multiplicara las potencialidades del movimiento de la comunidad politécnica en defensa de la progresista visión histórica que le dio origen.

Tuvo que reconocer la legitimidad de los movilizados y asumir la negociación transparente que le impusieron, pero para eso tuvo que salirse del guión original.

Valiéndose de dos grupos porriles en el seno de Instituto Politécnico Nacional (IPN) con conocidos nexos con funcionarios desde antes de que el PRI dejara temporalmente Los Pinos, se maniobró con el reparto masivo de volantes firmados por “compañeros politécnicos” para que los alumnos se aislaran y rechazaran toda solidaridad de otras comunidades estudiantiles.

También, que no se sumaran, como año tras año, a la conmemoración del movimiento estudiantil del 68, pero ahí no se agotó la turbiedad. La Federación de Estudiantes Politécnicos (FEP) y la Organización Democrática de Estudiantes Técnicos (ODET), dos agrupaciones históricamente ligadas al PRI,
entregaron un documento-compromiso ante la Segob de no participar en la marcha del 2 de octubre.

Además, pactaron la modalidad dialogante que, entre otros efectos, se traduciría en un avance de Osorio Chong en la incipiente lucha sucesoria contra el igualmente emproblemado secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

El gozo se fue al pozo cuando el movimiento no se dejó sorprender y mantuvo las demandas no satisfechas, entre ellas la estratégica democratización del Gobierno Politécnico. La destitución de Yoloxóchitl Bustamante, herencia de Felipe Calderón, siendo demanda muy sentida por la comunidad politécnica, es asunto que con gusto atendería el grupo gobernante.

El arte de hacer de la necesidad virtud
Las decisiones de poder con frecuencia son condicionadas por coyunturas que tornan contraproducente el uso de la fuerza y eso se sabe con un mínimo de oficio político.

Vicente Fox, a quien podemos señalar con razón como ignorante y traidor a las expectativas democráticas que sembró en campaña, pero al que no podemos tachar de tonto, tuvo que digerir la marcha que el EZLN realizara hasta la ciudad de México y “aguantar vara” cuando la cultura autoritaria de muchos le echó en cara la “profanación” de la Cámara de Diputados cuando, en voz de la Comandanta Ramona, tuvieron que escuchar el Grito del México olvidado.

Ayer el Ejército Mexicano se retiró prudentemente cuando en la carretera a Acapulco fueron bloqueados 100 soldados que se dirigían al puerto por estudiantes y familiares de los desaparecidos estudiantes de Ayotzinapan, encendidos de justa indignación ante la perspectiva de que sean los mismos que fueron encontrados en fosas clandestinas en el municipio de Iguala.

Por sentido común, cuando la pradera está seca, se procura que ningún cerillo la incendie. En política, eso significa mucha atención a cada uno de los problemas para que no propaguen el fuego. Osorio Chong sintió el calor procedente de Iguala y Tlatlaya y operó en consecuencia en su condición de experimentado brujo.

Aprendices de brujo de lento aprendizaje
Lo mismo debemos encontrar en otros detentadores de poder que, en vez de actuar en correspondencia con la dura situación, se esmeran en la frivolidad irresponsable viendo la tempestad sin hincarse.

Piénsese si no en gobernadores como el de Quintana Roo, quien persigue con espíritu de cacique de los años 30 a todos los que se toman en serio el derecho a disentir. Está a la vista la cara dura del gobernador de Sonora y su presa particular misteriosamente destruida. Ahí está Eruviel Ávila, fracasando sin la oportunidad de echar la culpa a su antecesor como los demás.

Zacatecas es territorio de improvisación política. El abuso de poder que consiste en hacer de personas sin experiencia actores políticos de primer nivel se ha traducido en años irremediablemente perdidos. No hay escenarios de fogueo ni oportunidad para el talento en un estado donde todo se subordina al temperamento del gobernante en turno.

En el pasado gobernaron políticos dando la cara al descontento al reunirse con “los latosos”. A veces el encuentro era en la más amplia sala de gobierno, otras acudían a la mera guarida de inconformes.

Muchas veces se pusieron a prueba los liderazgos empujados por las circunstancias a garantizar la integridad del interlocutor oficial que, como Osorio Chong, tenía que dar la cara. ¿Y cuando de lo testimonial pasemos a las grandes masas como en otras épocas?

Nos encontramos el lunes en El recreo.

twitter: @luismedinalizal

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